Sacadode la película INVICTUS
poema que Nelson Mandela se recitaba a sí mismo cuando llegaban los momentos peores a lo largo de su terrible cautiverio en prisiones sudafricanas por su lucha contra el racismo y el apartheidEnla noche que me envuelve,
negra, como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias
no he gemido, ni llorado.
Ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado,
jamás me he postrado.
Más allá de este lugar
de ira y llantos
acecha la oscuridad con su horror.
No obstante, la amenaza de los años me ha hallado,
y me hallará, sin temor.
Ya no importa cuán recto haya sido el camino,
ni cuantos castigos lleve a la espalda:
soy el amode mi destino
soy el capitán de mialma.
negra, como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias
no he gemido, ni llorado.
Ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado,
jamás me he postrado.
Más allá de este lugar
de ira y llantos
acecha la oscuridad con su horror.
No obstante, la amenaza de los años me ha hallado,
y me hallará, sin temor.
Ya no importa cuán recto haya sido el camino,
ni cuantos castigos lleve a la espalda:
soy el amode mi destino
soy el capitán de mialma.
poema INVICTUS de William Ernest Henley
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